VALORES



Los valores son puntos de referencia que dan sentido a las acciones e impulsan el deseo de actuar de una determinada manera. La orientación, el sentido y la valoración del mundo permiten la construcción de una identidad. De la construcción de ese marco de referencia, desde el cual se valoran cada una de las acciones, depende en gran medida la realización de una vida en armonía con uno mismo y con los demás, una vida que valga la pena ser vivida y en la que la persona se pueda desarrollar.

El diccionario no es de mucha ayuda al señalar que “valor es lo que vale”. La palabra valor viene del latín valor, valere (fuerza, salud, estar sano, ser fuerte). Cuando se dice que algo tiene valor, se califica como bueno, digno de aprecio y estimación.

Los valores son cualidades que se pueden encontrar en la cotidianidad. En un paisaje, por ejemplo (un paisaje hermoso), en una persona (una persona solidaria), en una sociedad (una sociedad tolerante) o también en un sistema político (es un sistema político justo).

Cuando algo es valorado, despierta una suerte de atracción, rompe la indiferencia, moviliza los sentimientos más íntimos.

Aunque son complejos y de varias clases, todos los valores coinciden en que tienen como fin último mejorar la calidad de nuestra vida. La clasificación de los valores más extendida es la siguiente:

Valores biológicos: traen como consecuencia la salud, y se cultivan mediante la educación física e higiénica.

Valores sensibles: conducen al placer, alegría, el esparcimiento.

Valores económicos: proporcionan todo lo que nos es útil; son valores de uso y de cambio.

Valores estéticos: nos muestran la belleza en todas sus formas.

Valores intelectuales: nos hacen apreciar la verdad y el conocimiento.

Valores religiosos: nos permiten alcanzar la dimensión de lo sagrado.

Valores morales: su practica nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad, la tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el agradecimiento, la lealtad, la amistad y la paz, entre otros.

Los valores morales, una cuestión de humanidad.

De la clasificación anterior, los más importantes son, sin duda, los valores morales, ya que son estos los que dan sentido y mérito a los demás. De poco sirve tener muy buena salud o muy inteligente o vivir rodeado de comodidades y objetos bellos, si no se es justo, bueno, tolerante y honesto. De que vale decir o creer ser creyente si no se practica los valores cristianos. La falta de valores morales en los seres humanos es un asunto lamentable y triste, precisamente por eso, porque nos hace menos humanos. Algo que lamentablemente se esta viviendo en Venezuela con muchísima intensidad en estos tiempo que estamos atravesando.

¿Para que sirven los valores?
Los valores morales son los que orientan el comportamiento.
Tienen que ver, principalmente, con los efectos que produce la conducta propia en las otras personas, en la sociedad o en el medio ambiente en general. De manera que si se desea vivir en paz y ser felices, se debe construir entre todos una escala de valores que faciliten el crecimiento individual para que, a través de él, se aporte lo mejor de cada uno a una comunidad que también tendrá mucho que dar.

Los valores son tan necesarios que lo más natural es querer vivirlos, hacerlos propios, defenderlos cuando estén en peligro o inculcarlos donde no existan. En este punto intervienen la moral y la ética.

Los valores orientan la vida, por naturaleza, el hombre no es bueno ni malo, son sus acciones las que pueden llegar a ser buenas o malas, experimentar esas vivencias y contradicciones es propio de la condición humana y buscar diferentes maneras de afrontarlas es un derecho y un deber que todo individuo debe asumir.

El valor está íntimamente relacionado con la manera de ser, de actuar y de establecer relaciones humanas, así como con las decisiones. El ser humano actúa y decide desde esos horizontes de significado qué son los valores, y la respuesta que se dé frente a determinadas circunstancias dependerá de los principios morales que se han adquirido a lo largo de la vida.

Es importante considerar que los seres humanos no pueden vivir al margen de los valores. No se puede mantener una cierta paz en la sociedad actuando de manera deshonesta, intolerante o irresponsable. De cómo se actúe dependerá el destino de su vida, y de como una sociedad actúe dependerá el destino de su comunidad, de su país y del mundo.

La universalidad y la relatividad de los valores:

El mundo de los valores es amplio, complejo y está en permanente transformación. En cada época aparecen nuevos principios, o los viejos cambian de nombre. Todos tienen el derecho de escoger sus valores, de darles el orden y la importancia que consideren correctos; la decisión dependerá de la manera de ser y de pensar. Sin embargo hay algunos frente a los cuales la aplicación relativa es inaceptable, valores que no cambian, que se conservan siempre y en todas partes, valores universales, que se exigirán a cualquier persona. A ellos nos vamos a referir en las siguientes publicaciones, como lo son siguientes valores:

Paz, Tolerancia, Solidaridad, Agradecimiento, Amistad, Prudencia, Responsabilidad, Bondad, Humildad, Trabajo, Perseverancia, Fortaleza, Justicia, Libertad, Respeto, Honestidad, Lealtad, Generosidad.

El hombre siempre ha buscado la felicidad, y el logro de sus sueños y anhelos, pero muchas veces va tras ellos por senderos falsos y rutas equivocadas, lo que ocaciona tristezas y frustraciones, algunas veces porque no se concientiza que las cosas materiales no nos sirven para brindarnos la satisfacción y el bienestar que nuestro espíritu anhela y necesita, aunque ellas si dan la comodidad, así como nos hacen tener una vida mas fácil, que supuestamente nos deberían de proporcionar un mayor bienestar, pero cuantas personas están llenas de bienes, lujos y dinero y se encuentran vacías o solas porque en el logro de estos bienes se llevaron por delante a su familia, a quienes lo querían o a sus buenas amistades, dándole más valor a los bienes materiales que a la vida misma.

Cuantos de nosotros en nuestros momentos durante el transcurso de nuestras vida no nos hemos hallado desorientados o hemos fracasado porque no nos hemos afincado en verdaderos valores, y nos vemos en la imperiosa necesidad de hacer un alto en el camino para analizar la escala de nuestros valores, contar nuestros triunfos, nuestros fracasos, nuestras ilusiones, nuestras fortalezas así como nuestras debilidades, en otras palabras, ver quienes somos, que hemos hecho y hacia donde vamos o queremos ir en el resto de nuestras vidas.

Quien hoy en día no ha escuchado o ha aprendido algo que se llama Proyecto de Vida, es un tema, una materia en el colegio o universidad, un curso completo y hasta consultoras dedicadas a esto, debido a que en él se pretende que el ser humano se fije metas, se haga una perspectiva del resto de su vida con objetivos alcanzables y actividades realizables, pero con un ingrediente esencial para su logro, nada mas y nada menos importante así como esencialmente vital como lo son unas bases sólidas y duraderas en donde apoyarse, que le den a ese proyecto de vida la fuerza necesarias al ser humano para ejecutarlo con sus acciones y actitudes ante si mismo y ante los demás con éxito, esto no es cosa más que los llamados valores y principios, pero específicamente los valores morales que son los que actúan directamente en las acciones y actitudes de los seres humanos y todo su entorno.

Por ser tan beneficiosos para nosotros, nuestros logros, nuestras vidas y nuestra buena convivencia no solo en familia sino también en comunidad, las siguientes publicaciones estarán dedicadas a detallar cada uno de los valores que se nombraron en esta publicación, a ver, si conociéndolos con más detalle, logramos familiarizarnos con ellos para que todos aquellos que quieran aprovecharlos, haciéndolos parte de nuestras vidas, de nuestro día a día, grabándolos en nuestra mente y dándoles la gran importancia que tienen en nuestro beneficio y así lograr su eficiencia en nuestra conducta para que ésta sea eficaz y decidida en pro de nosotros mismos, nuestro proyecto de vida, de nuestra familia, de nuestra comunidad Villa Hermosa y por consiguiente, de nuestro querido país Venezuela.



Referencia Bibliografica:

El libro de los valores, Editorial El Nacional

Proyecto de Vida, por Carmelo Vidaurre, Editorial Tripode.

ESPERANZA


Esta semana se cumplió un mes de la ida intempestiva de José, específicamente el 14, se hizo una misa por su alma, su mami nos brindó unas hermosas palabras de agradecimiento, se abrió un grupo en su memoria para todos nosotros los que compartimos con él en vida y nos acordamos de él con mucho amor y cariño para así poder recordarlo como se merece, entre fotos, videos y comentarios, manteniendo así vivo su recuerdo y para acompañar a su familia en todos estos necesarios momentos. Eso hace meditar y pensar en como afecto e influyó José en cada una de nuestras vidas con ese ser tan especial que mantenía en él y nos los transmitió a todos nosotros dejando ese imborrable recuerdo en nuestras mentes y nuestros corazones, hasta se puede decir que existe un antes y un después en cada una de nuestras vidas como en la comunidad misma con su muerte, muerte abrupta que también nos afecto e influyó fuertemente, muerte que según Mateo Bautista y Marcelo Correa “es un acto depresivo íntimamente ligado a la desesperación y fundamentalmente a la desesperanza”, por ello se escogió como el tema de esta semana, la esperanza, otro tema nada fácil de comentar en pocas palabras y aunque no soy escritora, ni estudie para ello, espero hacerlo de la mejor, entendible y nutritible manera.

Para empezar es esencial dar su significado:

Según WordReference, esperanza está definida como:
1. f. Confianza en que ocurrirá o se logrará lo que se desea.
2. Objeto o persona en la cual se confía para obtener lo que se desea.
3. Virtud teologal por la que se espera con firmeza que Dios dé los bienes que ha prometido.

Según Wikipedia, Esperanza (estado del ánimo)
La esperanza es el sentimiento que se experimenta, cuando las cosas van mal, al tener un presentimiento o fe de que las cosas mejoraran o irán mejor, en un tiempo no determinado antes de que el acontecimiento ocurra.
Esperanza en el cristianismo
Esperanza es el nombre de una de las tres virtudes teologales, juntamente con la fe y la caridad.
En la teología cristiana estas virtudes forma una unidad indisoluble con las virtudes cardinales o naturales: Prudencia, Justicia, Temple y Fortaleza y todas ellas en su conjunto describen la imagen cristiana del hombre.
La esperanza es la virtud por la cual el hombre pasa de suceder a ser. Siguiendo a Santo Tomás de Aquino, ha estado definida como "virtud infusa que capacita al hombre para tener confianza y plena certeza de conseguir la vida eterna y los medios, tanto sobrenaturales como naturales, necesarios para llegar a ella con ayuda de Dios.”
A la esperanza se oponen, por defecto, la desesperación y, por exceso, la presunción.

Según Hermogenes Castaño, cuando se vive en esperanza se siente como que se está viviendo en una etapa intermedia de existencia entre el ser inicial y el ser definitivo y pleno que espera ser, pero el cristiano es el hombre que pone su esperanza en el Dios, por ello quien la práctica se apoya en la fidelidad de Dios, que no desampara nunca al hombre, por ello marcha ininterrumpidamente hacia su corazón y que este sea como el corazón de Dios. Construye y conduce la propia historia y la de los demás, guiados por el Dios. Logran descubrir al supremo como centro – alfa y omega- de la creación. El que vive y experimenta la fuerza que Dios nos da y construye su vida y la de los otros en el amor.

Entonces todo esto hace pensar y preguntarse ¿Como se pierde la esperanza?, ¿Como se llega a la total desesperanza? o ¿Cómo se mantiene viva y firme la esperanza? Puede haber varios factores por la cual el ser humano pierde la esperanza y llegar a los extremos de la desesperación y total desesperanza, me consta!. Se podría decir que para nosotros los católicos o cristianos es más fácil no perderla, porque nosotros deberíamos poner nuestra esperanza en Dios, una firma roca de cual aferrarse con la certeza que nunca caeremos porque la mano de Dios siempre nos sostendrá. Pero no es así, eso solo aplica para aquellos que han logrado tener una verdadera fe en Dios, porque aquellos que no lo hemos logrado totalmente todavía, andamos por nuestro caminar colocando, en muchas oportunidades, nuestra esperanza en personas o en cosas temporales o efímeras.

Y si eres de las personas que todavía siente que su esperanza es difusa, inconstante y dispersa, que siente o ha pensado que su vida ha perdido el sentido, y vive porque no le queda otra cosa que hacer sino vivir, seguir adelante, que siente que está solo o sola o abandonado y nadie lo entiende, que vive tiempos confusos donde casi nada tiene sentido, vive desilusionado, entristecido, sufriendo o hastiado. ¡Aproveche! Esta pasando por una crisis emocional, una crisis espiritual, donde su espíritu esta contra el suelo, en las crisis es cuando mas se aprende, donde más se obtiene, es cuando mas se crece. ¡Aproveche! ¡Alimente su espíritu! ¡Súbaselo! ¡Déle de comer! ¡Déle Vida! ¡Conéctese a la Vid! Deje de pensar que usted no es apto para que Dios lo ame, que le tiene antipatía o que lo odia.

¡Dios te ama tal cual como tu eres!

Dios es la fuente de paz, gozo y amor verdadero en la vida de los seres humanos, y aunque seamos seguidores de Cristo y esto no nos garantice que nos veremos libres de las tormentas de la vida. ¡Oremos! ¡Recemos!, conectémonos a él con perseverancia, pongamos nuestras esperanzas en él, esto nos garantiza que nuestra esperanza se mantendrá firme, en roca firme que no caerá ni desaparecerá. ¡Hagamos vida en Cristo! Y si Dios no nos da una respuesta satisfactoria e inmediata, no arrojemos nuestra fe por la borda. A Dios no se le presiona, ni justifica su conducta. Pero ten la seguridad que Dios te ama más de lo que tu mismo te amas ti, y mientras te encomiendes a él, siempre hará lo que es mejor para ti. El Señor siempre está obrando en su manera especial, incluso cuando nuestras oraciones parecen resonar en un universo vacío, Dios hará lo que es mejor, y debemos continuar confiando en él a pesar de todo.

Sugieren que para tener siempre viva la Esperanza:
- Deberíamos liberarnos de toda limitación y miedo que nos impidan ir tras nuestras metas o sueños.
- Deberíamos buscar la fuerza impulsadora para cumplir nuestro presente con vista en el futuro.
- Superar el personalismo y el individualismo en nuestras acciones.
- Para nosotros los cristianos:
* Confíar en la voluntad salvifica de Dios a favor de los hombres.
* Dirigir nuestro esfuerzo hacia un futuro cierto, avalado por Dios.
* Encontrar certeramente ese contacto directo con Dios y su mundo divino.
- Pero especialmente nunca perder la fuerza y la acción que pueda existir un mundo mejor.


Así como deberíamos evitar….
- Mantener las estructuras actuales como algo definitivo.
- Pensar que vendrá otra persona a salvarnos.
- Confundir el Reino de Dios con un momento determinado de la historia.
- No quedarse solo en la ciencia o en la técnica.

Una persona que se está enfrentándose con dificultades o sentimientos extremadamente difíciles, debe esforzarse en hacerse más fuerte, y más aun! si esta perdiendo sus esperanzas.







Referencia Bibliográfica

WordReference - Diccionario de la lengua española
http://www.wordreference.com/definicion/esperanza

Wikipedia – La Enciclopedia Libre
http://es.wikipedia.org/wiki/Esperanza_(estado_del_%C3%A1nimo)

Relación de ayuda ante el suicidio, por Mateo Bautista/Marcelo Correo
Ediciones San Pablo

Animados por el Espíritu, por Hermogenes Castaño, Ediciones Trípode.

Afianzándose en su fe aun cuando lo que Dios hace no tiene sentido
Por Dr. James Dobson
Editorial Unilit

FE





El tema de la semana se lo vamos a dedicar a una palabra pequeñísima pero la más grande e importante en su esencia, la fe. Cuando hablamos de Fe podemos sub-dividirla en fe en uno mismo y fe en algo poderoso que existe superior a uno mismo.



Al hablar de fe en uno mismo, hablamos de creer en que uno puede lograr lo que quisiera lograr sin apenas haber comenzar a intentarlo, hablar de fe en uno mismo es hablar del empeño y confianza que tenemos de nosotros mismos para lograr lo que deseamos, es la perseverancia que vamos teniendo mientras andamos por el camino del logro de nuestras metas a pesar de las adversidades. “¡Yo creo que si puedo lograrlo!”, “¡Estoy seguro que si puedo lograrlo!”, “¡Claro que voy a lograrlo!”, “¡Seguro que soluciono esta adversidad para seguir mi camino al logro!” estas son expresiones de fe en uno mismo que se piensan o se dicen al momento que afloramos la fe en nosotros mismos. Cuantas veces nos encontramos con adversidades o “problemas” cuando andamos por el camino hacia lo que anhelamos, huy! Algunas veces demasiado, pero dependiendo de la fe en nosotros mismos es la que marca la diferencia en lograrlo o no lograrlo.


Una fe sin obras no es fe, ósea una fe sin acciones no es fe. Si nosotros tenemos fe de que vamos a lograr graduarnos, es total y absolutamente necesarios obrar en pos de esa fe, con mas precisión, si queremos graduarnos, debemos asistir a clase, debemos estudiar, hacer nuestros deberes escolares o universitarios, debemos respetar las normas del colegio o la universidad para no causar inconvenientes que nos imposibilite nuestro logro, debemos trabajar en equipo para realizar nuestros trabajos o exposiciones, debemos socializar con nuestros compañeros que serán nuestros posibles apoyos en los estudios ya sea para copiar una simple clase a la cual faltamos, etc. En cortas palabras tener y mantener nuestra fe accionando a su favor, de lo contrario es una fe muerta, una ilusión inalcanzable.


Cuando hablamos de fe en nosotros mismos, también podemos comentar sobre aquella fe que se forma o se fomenta en algunas tendencias o creencias que diosifican al hombre como el todopoderoso, con esta no me voy a meter, porque para mí Dios nos da el libre albedrío y nosotros hacemos con él lo que decidimos y optamos hacer o creer, asumiendo las consecuencias de nuestros actos y decisiones, inclusive evadiéndolas o ignorándolas. Por ello pasaré a comentar directamente sobre la fe en algo poderoso que existe superior a uno mismo.


En Venezuela existen N cantidad de creencias de ese algo superior a nosotros, personalmente creo que es totalmente normal en un país católico por excelencia, debido a que el catolicismo tiene como principio fundamental el respeto del libre albedrío de las personas así como de la misma forma que Dios lo respeta y respeta nuestras decisiones. Algunos dirán, ¡Mentira!, Dios puso mandamientos y la iglesia católica es dura con eso, en cierta forma es cierto pero la realidad es que Dios lo que nos dio en sus mandamientos fue los mayores consejos de amor para que nuestras almas y para que nuestras vidas fueran felices. Algunos o muchos sacerdotes y clero católico no han sabido o han sido duros transmitiendo esos consejos de amor, aunque lo intentan como un acto de amor hacia nosotros.


Pero hablando ya directamente de la fe en ese algo poderoso que existe superior a uno mismo podemos comenzar definiendo que es la fe.


Según Wikipedia “la fé es, generalmente, la confianza, creencia en algo o alguien de que determinada idea o evento -futuro o pasado- es verdadero. Es la aceptación de un enunciado declarado por alguien con determinada autoridad, conocimiento o experiencia”


Según la Biblia (Hebreos 11:1), "La fe es la seguridad de lo que esperamos; el convencimiento respecto de lo que no vemos”, “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”, “La fe es garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven.”


¿Quién cree en Dios?,¿Tu crees en Dios? ¿Crees en la intersección de la virgen?, ¿Crees en el ángel de la guarda? ¿Crees en los arcángeles?, ¿Crees en los santos?, mmmmmm q difícil verdad!. Voy a ponerlo más fácil, ¿Quién cree en la maldad?, ¿Quién cree en los horóscopos?, ¿Quién cree en supersticiones?, ¿Crees en la suerte? ahora si nos sentimos mas humanos, más identificados, ¡verdad!. ¡Que difícil es creer en el mundo divino de Dios! ¡Que si no!, ¡Que lo diré yo también! si les cuento mi experiencia personal es una historia igual que trillones, donde creía creer pero cuando me llegó el momento me topé con la verdad que me cacheteó, lo cierto era que mi fe era de la boca pa´fuera y me toco aprender a tener fe.


Definitivamente es mucho más fácil creer en algo que uno ve, en algo que uno puedo tocar y palpar que creer en Dios y su mundo divino, inclusive nos es mucho más fácil creer en el Diablo que creer en Dios y su mundo divino. Y dígame si tenemos o sabemos de un acontecimiento totalmente injusto donde cuestionamos y afirmamos que porque Dios permitió que eso sucediera? Olvidando que si tenemos fe y formación de fe sabemos que el príncipe de este mundo es el mal o el llamado Diablo, pero que si, que podemos recurrir a Dios en cada momentos como él ser todopoderoso y superior de este universo.


La fe, junto con la esperanza y la caridad, en la religión católica igual que en nuestros hermanos en la fe como lo son solo los cristianos, es una virtud a adquirir, una virtud que cultivar, una virtud muerta sin obras. La fe sin obras, al igual que la fe en nosotros mismo, es una fe muerta, una fe de la boca pa´dentro, es una fe incompleta, inconclusa, que no llega a ningún lugar, no tiene un sentido y no tiene un gran efecto.


Si somos creyentes confiamos en nosotros mismos, somos perseverantes, decididos, seguros y si nuestra fe la elevamos al mundo divino somos salvos, y hasta podemos ser santos con vida eterna si decidimos superar nuestros niveles de fe en Dios. Pero eso es total y absolutamente decisión personal que niveles de fe queremos poseer y accionar.


Los faltos de fe son inconstantes, supersticiosos y creyentes de cualquier cosa que la vida les presenta. Hasta se puede afirmar que esa falta de fe en Dios no cultivada en la persona lo hace volverse inseguro, sus creencias van variando de acuerdo a como se le va presentando la vida. Les cuesta mantenerse firmes y perseverantes en sus metas y objetivos como también lo hacen en la Fe de Dios. Le es fácil creer en falsos ídolos, en falsos profetas, se desaniman con facilidad y cambian fácilmente de creencias, que a lo largo de los años le ocasiona frustración y tristezas, ya que no logran ver el logro de sus esfuerzos para lograr sus metas. Pero Dios es tan misericordioso y nos ama tanto que con una milésima de fe, en esa misma milésima de fe él te la devuelve en gracia.


Para nosotros los creyentes, la fe en uno mismo esta inmersa, contenida, en la fe en Dios y su mundo divino. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” así reza en Filipenses 4:13, y así es en nuestra vida, especialmente en los momentos difíciles o que no tiene sentido para nosotros y que nos toca vivir en este largo pero corto caminar, que es la vida. Algunas veces nos decimos, yo puedo! Yo puedo! Yo puedo!, pero nuestras fuerzas nunca serán superiores al poder de Dios y su mundo divino, así que los invito a que si les cuesta tener fe, recen esta pequeña oración que quizás les sirva como me sirvió a mi en mis tiempos de prueba o pidan la intersección de la virgen, ella es el camino más fácil, rápido y seguro para llegar a jesús y como lo sabemos todos los cristianos y consta en la Biblia “Solo a través de Jesús se llega al Padre”


Oración para pedir la virtud de la fe.


“Señor dame la FE, la fe de creer sin razón ni porques, la fe de confiar plenamente en Ti y la fe de esperar y recibir todas las bendiciones y maravillas que solo Tú sabes dar.”


Las recomendaciones para los que quieran aumentar su fe, pueden ser:

- Perseverancia en la oración.

- Solicitud del don de la Fe a Dios.

- Hacer obras y acciones de Fe.

- Ser perseverantes.

- Mantener los objetivos y las metas propuestas.

- Accionar a favor de las metas.



Y deberíamos evitar….

■ Sugestionarnos fácilmente por las cosas que aparentan ser fáciles, rápidas, cómodas y sencillas.

■ Confundir la conciencia con la Fe.

■ Desanimarnos.

■ Ser pesimistas.

■ Hacer comentarios o tener pensamientos que nos obstruyan o nos bloqueen.


Sin fe, es imposible recibir algo de Dios.






“Jesucristo les dijo: ¿Porque son ustedes tan miedosos?


¿Todavía no tiene Fe?”



– (Marco 4,40)


Referencia Bibliográfica
Animados por el Espíritu, por Hermogenes Castaño, Ediciones Trípode.

SUICIDIO

Esta vez escribiré sobre un tema bastante delicado, el suicidio, un tema que nos ha tocado vivir en nuestra comunidad en dos oportunidades, con casi exactamente 10 años de diferencia, si no me equivoco el primero fue el año 2001 y ahora en el 2011.

Hablar abiertamente del suicidio en estos momentos, tiene como único objeto ayudar, ayudar al que ha pensado en el suicidio como salida, ayudar a los que lo han intentado fallidamente, ayudar a la familia y a todos nosotros los sobrevivientes, los que quedamos vivos y que nos debatimos entre la incredulidad de lo ocurrido y un conjunto de sentimientos que nos embargan con el firme propósito a que no nos vuelva a ocurrir si lo podemos evitar.

El suicidio, no es una decisión puramente intelectual, sino un complejo impulso desesperado – frecuentemente disfrazado de racionalidad, proveniente de una psicología alterada o enferma, particularmente de una afectividad y autoestima lastimada – que interpone entre la persona y su crisis el abismo de la muerte como solución liberadora; así lo indican los escritores Mateo Bautista y Marcelo Correa en su libro “Relación de ayuda ante el suicidio”. En cambio indican que el intento de suicidio es el resultado de un fuerte deseo de poner punto final a una situación permanente o repentinamente traumática, compleja o angustiosa; a su vez encierra un grito a auxilio en busca de ayuda. Un acto como este no debe tomarse a la ligera y connota una atención especializada inmediata.

Según el libro indicado del tomaré textualmente lo que a continuación detallo y considero totalmente cierto, es común que ante la amenaza de suicidio de una persona alguien, como un amigo, un vecino o un familiar, intente hacer algo por esta persona. He aquí algunas sugerencias que deben practicarse ajustándose a cada caso particular:

Lo que se sugiere para ayudar es:
a) Establecer relación y comunicación abierta.
b) No esquivar el problema.
c) No dejar nunca sola a la persona.
d) Reafirmar su identidad.
e) Confirmar que hay otros que la quieren y desean ayudarla.
f) Demostrar que a usted le importa su persona.
g) Ayudarla a corregir el problema que originó la crisis.
h) Alentarla a una acción positiva.
i) Con prudencia comunicarse con alguien que pueda ayudar.
j) Implicar a la familia y amigos, siempre que sean contenedores.
k) Aconsejar ayuda profesional

Pero si eres tú, la persona que sufre:

1) Piensa, si debes superar en tu vida un sufrimiento, tendrás que darle tiempo a tu corazón y a tu mente por más que te encuentres aturdido, confundido y solo.
2) Aprende a identificar tus sentimientos (vacío, bronca, miedo, tristeza, ira, etc) para ser dueño de ellos y saber encauzarlos.
3) Expresa adecuadamente tus sentimientos, no los reprimas. Busca una persona capacitada que pueda contener tus estados de ánimo, te hará sentir mejor.
4) Fíjate y piensa en todo lo que hay de verdadero, noble, justo, limpio, hermoso y honrado en tu vida y en la de los demás. Este ejercicio da mucha paz y serenidad al corazón.
5) Obsérvate a ti mismo, afronta tu verdad, no te escapes de ti mismo, porque es la acción más sana para superar la adversidad.
6) Si estas tentado de suicidarte o dejarte morir, busca apoyo, anímate a comentárselo a un profesional de la salud, sacerdote o amigo.
7) Busca estar en lugares iluminados, abiertos, al aire libre o en ambientes relajados. Donde entra el sol, entra la vida.
8) Toma pequeñas decisiones positivas. Te ayudarán a encontrar tu camino. La vida pertenece a quienes la abrazan y aman, no a quienes la evitan.
9) Tu sufrimiento es un gran maestro al que debes escuchar y del que has de aprender.
10) Cuando puedas recordar las vivencias difíciles como parte de tu pasado, sin que te afecte, y puedas obtener de ellas un mensaje de sabiduría que enriquezca tu presente, habrás superado ya tu crisis.
11) Toma de la mano a Jesús, tu gran amigo, el que nunca falla, el que siempre está contigo, háblale, rézale, pídele, haz su voluntad y encontrarás en él la fuerza necesaria así como la sabiduría para afrontar y superar ese sufrimiento que tanto agobia tu mente y tu corazón.

En tu angustia, depresión, impotencia, reniego de la humanidad y falta de sentido, acuérdate de Jesús que en su “Getsemaní” se sintió amado por el Padre. Como él, quiérete en tu sufrimiento, déjate querer. Dios siempre está a tu lado. Pide ayuda a los tuyos que te aman. Busca su compañía, expresa tus sentimientos. Haz acciones positivas.

Antes que nada, acéptate a ti mismo como eres. Así Dios te ama eternamente, sin límites, y tiene hermosos planes para tu vida.

Si ves que los tuyos también “se duermen”, busca otros buenos samaritanos dispuestos a escucharte y ayudarte. Hazte dueño de tu sufrimiento, vive tus crisis, acepta tus preguntas sin respuestas, pero no permitas que estas te hagan vivir mal y te superen.

Recuerda que cada día se te regala el sol y que de Getsemaní también se sale, como Jesús salió.

Acompañando a la familia y amigos después de la tragedia

El suicidio de un ser querido es una tragedia devastadora que deja despedazada la vida de los sobrevivientes y produce un duelo muy traumatizante. Este reviste connotaciones muy peculiares ya que se aúnan sentimientos de tristeza, pérdida, frustración, confusión, traición, culpa, bronca…..

Es un duelo que necesita recibir mucha comprensión y sabia ayuda, sin desdeñar la acción profesional, si fuese necesario. Pero nosotros como una gran familia que ha enlutado el corazón por segunda oportunidad y que nos hace llamar a la reflexión, podemos ayudar a los familiares y amigos en el duelo por el suicidio sugiriendo lo que recomienda los autores del libro antes mencionado con estos siguiente 15 pasos:

1) Aceptar lo inevitable.
2) Superar el sentimiento de traición.
3) Serenar la culpa.
4) Intentar reponerse.
5) Vivir con preguntas sin respuestas.
6) Permitirse un tiempo inicial para los malos recuerdos.
7) Encajar una muerte sin “adios”.
8) Reconocer los sentimientos de bronca.
9) Aceptar la soledad.
10) Obtener fuerza de nuestros recursos espirituales.
11) Reconstruir la autoestima
12) Ser paciente con uno mismo.
13) Acudir a un amplia red de apoyos sociales.
14) Darse en solidaridad.
15) Volver a ser felices.

El suicidio de alguien deja profundas llegas. Pero no hay vuelta atrás, no se puede cambiar lo que ya ha sucedido. Sin embargo, si se puede cambiar la forma de ver las cosas, pasando de la tristeza al optimismo y de la muerte a la vida.

Aquellos que hayan experimentado el suicidio de un ser querido deben aprender a sanear su culpa por lo sucedido y asumir tan solo la responsabilidad de seguir viviendo, de fortalecerse y salir adelante.

Se puede emerger del dolor a través de la valoración de la solidaridad hacia los demás, tomando conciencia de la hermosura y la fragilidad de la vida. Sobre todo, se puede ver la vida no tanto como un problema que hay que resolver sino como un misterio que hay que descubrir día a día.

Así que el mejor regalo de nosotros a quien se nos murió: es que seamos felices, y el más grande acto de amor hacia él: es rezar por su alma.




Referencia Bibliográfica:
Mateo Bautista y Marcelo Correa en su libro titulado: Relación de ayuda ante el suicidio Editado por Editorial San Pablo.